Precisamente, en Lisboa me dí cuenta de que había un linuxero infiltrado en el oceanario de Lisboa como se puede comprobar en la fotografía que tomé del lugar. Junto al espacio reservado a los pingüinos. En concreto es el árbol genealógico de los pinguinos que hay en el oceanario. Por cierto, no dejéis de visitarlo, es un lugar muy bonito y sobre todo muy interesante.
