martes, octubre 31, 2006

Me reconozco en el espejo luego existo

Hasta hace unos días, la conciencia de ser uno mismo era patrimonio exclusivo del hombre, algunos primates y los delfines. Un nuevo animal, el elefante, se ha unido a tan exclusivo club.
Tres elefantas del zoo del Bronx en Nueva York han sido sometidas a un experimente tan sencillo que parece hasta de broma. En su recinto han puesto un espejo de 2 metros y medio de ancho.
Los elefantes parece que se reconocían a sí mismo en el espejo, haciendo movimientos para ver cómo respondía. Sin embargo, la prueba definitiva fue cuando a una de las elefantas le dibujaron una cruz sobre una ceja y ésta comenzó a tocarse esa zona frente al espejo. Este comportamiento continuó después de que se le cambiara la cruz de una ceja a la otra varias veces hasta que la elefante, definitivamente, ha perdido interés en el tema.
Mas en este artículo de "El País".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos animales tienen una gran inteligencia. Y cómo pasa con otros animales, como los delfines, la forma de comunicarse y de expresar sus sentimientos es tan distinta a la nuestra que es difícil reconocer su inteligencia. El uso de infrasonidos y de expresiones corporales esconde comportamientos que demuestran un claro intelecto superior.

Me fascina el interés que muestran los elefantes por los cadáveres u osamentas de otros congéneres. ¿Es una prueba de su inteligencia emocional?

Anónimo dijo...

Era de esperar, dado la gran inteligencia que demuestran los elefantes. El problema es reconocerla, ya que al usar infrasonidos o expresiones corporales para comunicarse, muchas veces se nos escapan estas muestras de su capacidad intelectual.

Me fascina el interés que muestran los elefantes por los cadáveres o las osamentas de sus congéneres. ¿Es una prueba de su inteligencia emocional?