Se hizo muy conocido a finales de los 70 por eso mismo, por usar sus poderes mentales y una de sus demostraciones más famosas (y, admitámoslo, en su momento más impresionante) consistía en doblar una cuchara delante de una cámara de televisión usando únicamente el poder de su mente.
Apareció en un programa llamado "Fantástico" presentado por José María Íñigo un domingo por la tarde y, el lunes siguiente era el motivo de todas las discusiones y corrillos.
Más tarde me enteré de que este israelí se había hecho rico buscando agua y pozos de petróleo de manera casi mágica.
Pues bien, años después, me he enterado de dónde estaba el truco (algo que siempre supuse, aunque eso no evitó que lo intentara más de una vez, así como mover todo tipo de objetos con la mente) gracias a un sensacional artículo, apoyado por unos videos demostrativos de cómo se hacen todos estos trucos de doblado de metales y que podéis leer en esta página.
Os lo recomiendo, muestra cuan ingenioso puede ser un prestidigitador, cuan elaborado (y, a veces, costoso) es ese truco que apenas dura unos segundos y, sobre todo, lo fácil que engañarnos y timarnos, cuando un tipo sabe lo que se hace.
Actualización: La página a la que hago referencia fue borrada a raíz de la desaparición de geocities. Por suerte, he podido recuperarla en vista de que está es una de las entradas más visitadas del blog. Gracias por venir.
Apareció en un programa llamado "Fantástico" presentado por José María Íñigo un domingo por la tarde y, el lunes siguiente era el motivo de todas las discusiones y corrillos.
Más tarde me enteré de que este israelí se había hecho rico buscando agua y pozos de petróleo de manera casi mágica.
Pues bien, años después, me he enterado de dónde estaba el truco (algo que siempre supuse, aunque eso no evitó que lo intentara más de una vez, así como mover todo tipo de objetos con la mente) gracias a un sensacional artículo, apoyado por unos videos demostrativos de cómo se hacen todos estos trucos de doblado de metales y que podéis leer en esta página.
Os lo recomiendo, muestra cuan ingenioso puede ser un prestidigitador, cuan elaborado (y, a veces, costoso) es ese truco que apenas dura unos segundos y, sobre todo, lo fácil que engañarnos y timarnos, cuando un tipo sabe lo que se hace.
Actualización: La página a la que hago referencia fue borrada a raíz de la desaparición de geocities. Por suerte, he podido recuperarla en vista de que está es una de las entradas más visitadas del blog. Gracias por venir.
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