Este domingo nos despertamos con una noticia un tanto extraña. Un catamarán apareció en Australia sin ninguno de sus tres tripulantes a bordo. Lo más extraño del caso es que aparentemente no había ninguna razón para que quienes viajaban en él hubieran abandonado el barco: la comida estaba recién puesta, los ordenadores funcionando, etc... El único desperfecto era que tenía una vela rota.
Parece una historia extraña pero es más habitual de lo que pueda parecer. Son muchos los casos como éste, sin embargo, uno sobresale por encima de todos: el Mary Celeste. Fue un caso tan conocido que incluso Edgard Allan Poe le dedicó un libro titulado "El misterio del Mary Celeste".
1 comentario:
Es muy sintomático que el tema de las desapariciones en general, no sólo de la tripulación de un barco, sino de cientos de personas que desaparecen sin dejar rastro cada día en todo el planeta, sea apenas tratado en la red de redes.
¿Por qué?
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