O al menos eso es lo que pretenden desde el Vaticano. Como se puede leer en esta noticia del diario argentino "Clarín", el vaticano cobrará desde ahora los derechos de autor por los escritos de, no sólo el papa actual, sino de todos los anteriores. Imagino que de acuerdo a las leyes de cada país, porque no creo que pretendan cobrar por los escritos del papa Borgia, si los hay.
De seguir así, ¿querrán cobrar un canon por cada vez que un creyente (por suerte, cada vez menos) reza "El Padrenuestro"?.
2 comentarios:
Cómo cristiana católica me siento cada vez más defraudada por la mafia en la que se está convirtiendo el vaticano.
Aunque esto no significa que vaya a dejar de creer que dentro de la Iglesia también existe gente buena que da y dedica su vida a los demás.
Yo creo que Dios no tiene que estar muy contento con esto energuménos, si al contrario si Él lo que quiere que cuanta más gente lo conozca y pronuncie su nombre y de "forma libre" para pedir su ayuda, Él encantado.
Yo no creo en la existencia de Dios, pero tampoco en su no existencia, porque mi forma de ser y mi bagaje cultural, no me permiten admitir como probadas ninguna de las dos opciones.
Partiendo de esto. Creo que en caso de existir, Dios es un chapucero. Representar a semejante creador en la tierra debe de ser por tanto misión de una pandilla de chapuceros del mismo calibre.
Lo cual no quiere decir que sean tontos, ni que sus lacayos sean todos malvados. Haberlos los hay solidarios, pero no creo que en mayor proporción que en el resto de profesiones o actividades humanas.
Y una vez sentadas estas bases, creo que Anthea confunde a Dios con Jesucristo, que no es lo mismo, ni mucho menos. Si la existencia de Dios no está demostrada, lo está aún menos que los seguidores de Jesucristo formen la "religión verdadera". Para empezar están divididos en ramas (como casi todas las religiones) y además los fundamentos en que se basan (la Biblia, el Nuevo Testamento, etc.) están llenos de falsedades demostradas, incongruencias y contradiciones.
No hay testigos de la palabra de Dios, porque sólo habla con místicos y profetas, por lo que todo es cuestión de fe. El que tiene fe puede creer cualquier cosa y seguirá a su guía religioso diga lo que diga. De esto se aprovecha la curia vaticana. Lo ha estado haciendo desde que Constantino se convirtió al cristianismo.
¿Por qué iban a cambiar ahora su modelo de negocio?
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