lunes, octubre 24, 2011

Juegos viejunos: Tehkan Word Cup

Andaba el otro día con un compañero de trabajo, y sin embargo amigo, hablando de fútbol viejuno y la conversación derivó hacia los videojuegos dedicados a este deporte. En un arranque de nostalgia, comentamos nuestra fascinación infantil por "Tehkan World Cup" y, bueno, me decidí a escribir este artículo y, ya que estamos, dedicárselo: Va por tí, Rafa.

Al igual que "Power Spikes", el último videojuego del que hablé en el blog, "Tehkan" no es un videojuego de ordenador o consola, sino que su hábitat natural fueron los bares y las salas de recreativos de los años 80. Aunque no fue la primera dedicada al fútbol, sí que podemos decir que es la que más acercaba, al menos en su aspecto formal, 12 jugadores, un campo de hierba bien dibujado, un estadio... Ahí terminaba su parecido con un partido de fútbol.

El juego nos traslada a la fase final de un mundial. Nos enfrentamos con nuestro equipo, un combinado sin nombre, al que se le llama "Equipo Rojo", con camiseta de ese color y pantalones blancos, contra paises que visten los colores de Escocia, Brasil, Uruguay, Alemania, etc hasta completar seis eliminatorias.

La primera vez que la ví, era un tanto extraña. Un pantalla horizontal, en cada extremo se colocaba un jugador y, en vez de joystick usaba una bola. Enredando por ahí, he encontrado una web dedicada a este juego y, de ella, he "tomado prestada" esta foto.





En este juego no se pueden dar pases. Supongo que por algún error en la rom, cualquier intento de pase se convertía en un voleón que se iba muy alto fuera. Así que, la opción era, esquivar a los defensas con un sólo jugador hasta llegar a una posición de centro o disparo. En el primer partido es fácil hacer goles desde varias posiciones, pero eso se acaba a partir del tercer encuentro.



A medida que pasan los partidos, nuestra labor será esquivar más y más defensores, convirtiéndose en un juego frenético, en el que los reflejos juegan una labor importante.

Llegar y ganar la final se convertía en labor casi imposible, a menos que entrenaras mucho, y eso sólo significaba dejarse muchas monedas en el monedero de la máquina. Ahora lo tenemos más fácil pues podemos jugar todas las partidas que queramos con MAME, previa descarga de la rom correspondiente.

En resumen, un juego que, para ser de 1985, tiene un calidad gráfica notable, una alta jugabilidad y nivel de adicción, aunque la simulación se encuentra muy alejada de la realidad. De todos modos, la mayoría de aficionados a los simuladores deportivos que conozco, tienen un parte de su memoria dedicado a este juego.




1 comentario:

Memorias de una cinta VHS dijo...

La de horas que habré pasado con este juego, buscando diagonales. xD